viernes, 6 de mayo de 2011

Epic win.

Por segunda vez me he presentado al concurso de microrrelatos del restaurante Gálgala. Y por segunda vez lo he conseguido. Cosas de estas vienen muy bien para mi frágil ego (a falta de mozos que me echen piropos). Aunque creo que la vergüenza me va a impedir presentarme una tercera vez. El tiempo lo dirá.


CRÓNICA DE UNA COMBUSTIÓN


-El mundo es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.


Esas fueron las últimas palabras que Antonio Diestro Quimera, maestro artificiero, pudo decir en su lecho de muerte. Para su decepción, ninguno de sus cuatro hijos varones se molestó en escucharlas, pues solo pensaban en la jugosa herencia que estaba por llegar.


Hubo que esperar casi veinte años para que Lourdes Luminosa Quimera, su única hija y la menor de los cinco hermanos, descubriese el verdadero significado de aquella revelación. Fue ella quien, continuando el trabajo de su padre, creó el espectáculo pirotécnico más perfecto jamás soñado. Tan bello fue que quienes lo vieron comenzaron a arder espontáneamente. Se dice que los cadáveres calcinados y los montoncitos de ceniza que amanecieron al día siguiente aún parecían esbozar sonrisas de satisfacción.

4 comentarios:

  1. No hay dos sin tres. ¡¡Asesina a la vergüenza!!

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  2. Está muy bien. Algo sencillo pero muy bien escrito. Por algo dicen que es mejor la calidad que la cantidad.
    Y sí, deberías presentarte por tercera vez.
    Aunque... una duda... ¿Desde cuando un restaurante hace un concurso de microrrelatos?

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  3. Como han comentaod, no hay 2 sin 3, hombre!! Claro que tendrás ganas y te presentarás y volverás a ganarlo.

    Creo que te felicité la primera vez (me suena), te felicito nuevamente y a la tercera vez tendrás que invitarnos a algo, no? :P

    Un abrazo enorme,

    Manu UC.

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  4. Guau! me alegro mucho. Disfruta de la comida y del subidón de orgullo que siempre deja ganar algo.
    Un abrazo

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